Fútbol Base: semilla de amistad
FÚTBOL BASE: SEMILLA DE AMISTAD
El fútbol desata pasiones. Esta afirmación es tan real como contundente. Solo hay que “echar un ojo” a la televisión, Internet y leer lo que se “habla” en las redes sociales.
El fútbol es tema de desencuentros, disputas, peleas, discusiones e, incluso, hasta muertes.
Si “descendemos” a los partidos de fútbol base no nos quedamos atrás. Solo hay que ir cualquier fin de semana a uno de los miles de campos donde se disputan partidos de categorías inferiores y recibiremos clases particulares gratuitas e intensivas para nuestro proceso de aprendizaje de palabras malsonantes e insultos. Y, al mismo tiempo, tener clases prácticas presenciales sobre el comportamiento del ser humano y la transformación física que experimenta si un niño de 8 años juega poco o un árbitro de 14 toma una decisión trascendental para nuestro día a día como no pitar un penalti. Y teniendo en cuenta que los profesores de estas clases tan productivas son numerosos, tienen el mismo hábitat y realizan afirmaciones y comentarios no coincidentes, nos encontramos con la 3ª Guerra Mundial.
Pero el fútbol va más allá. El que se quiera quedar con las líneas de atrás está en su derecho. Pero lo hace con una mínima parte de lo que genera este deporte.
El fútbol base es un foco de amistad, de compañerismo, de charlas, de risas y de buenos ratos. Y hablo desde la experiencia.
El equipo que entreno esta temporada no solo lo forman jugadores. Todos los padres y madres de esos niños tienen una amistad que les ha regalado este deporte. Disfrutan del fútbol a través de sus hijos. Y extrapolan ese buen rollo fuera del campo. Lo he podido comprobar en fotos que he visto por las redes sociales y que te hacen valorar más este deporte.
En mi etapa en el fútbol (entrenador o padre. Da igual) he encontrado personas que, posteriormente, iban a formar parte de ese compañerismo, esas charlas, esas risas y esos buenos ratos. Hoy día tengo un grupo de whatsapp con padres de jugadores de hace cuatro temporadas. Un grupo magnífico que aprovechamos cualquier ocasión para vernos y pasar un rato agradable.
Hace dos semanas dos familias (la mía y la de uno de esos niños) compartimos un viaje de diez días por el norte de España. Un viaje que seguro será inolvidable.
El fútbol desata pasiones. Cojamos las que no hacen daño. Tomemos las que nos dan satisfacciones.
Yo lo tengo claro.
Juan Díaz Palomo
Entrenador de Fútbol Base